¿Sabías que?
Los fumigantes tienen consecuencias significativas en varios aspectos clave como el medio ambiente, la salud, la economía. En las próximas semanas, vamos a ir contando todas ellas. No te pierdas esta serie sobre las consecuencias de los fumigantes
Empezamos con los efectos que tienen los fumigantes sobre el medio ambiente, un tema que desde el proyecto LIFE NextFUMIGREEN nos preocupa y ocupa. Las consecuencias ambientales del uso de fumigantes son manifiestas y pueden tener efectos a corto y largo plazo en los ecosistemas. ¿Quieres saber cuáles?
Contaminación del suelo: los fumigantes pueden mantenerse en el suelo durante períodos prolongados, especialmente si son de naturaleza persistente. Esto puede afectar la salud del suelo, alterar la microbiota y reducir la fertilidad, comprometiendo la capacidad del suelo para mantener cultivos saludables.
Contaminación del agua: los fumigantes pueden filtrarse en el suelo y llegar a las fuentes de agua subterráneas, contaminando ríos, lagos y acuíferos. Esto afecta a la calidad del agua, haciéndola peligrosa para el consumo humano y animal.
Pérdida de biodiversidad: la exposición a fumigantes puede ser letal para diversas especies de plantas, insectos y otros organismos, llevando a una disminución en la biodiversidad. Los fumigantes pueden afectar a organismos no objetivo, incluyendo insectos beneficiosos, microorganismos del suelo, y fauna silvestre que depende del entorno agrícola. Esto puede llevar a una reducción en la biodiversidad local y a desequilibrios en las cadenas tróficas.
Disminución de polinizadores: muchos fumigantes son tóxicos para las abejas y otros polinizadores, lo que puede afectar negativamente la polinización de cultivos y plantas silvestres.
Efecto en la calidad del aire: la volatilidad de algunos fumigantes puede llevar a la liberación de compuestos tóxicos en el aire, contribuyendo a la contaminación atmosférica y afectando la calidad del aire local.
Resistencia y acumulación en el medio ambiente: el uso continuo de fumigantes puede llevar al desarrollo de resistencia en plagas objetivo, lo que a su vez puede requerir el uso de productos más fuertes o en mayores cantidades. Además, algunos fumigantes pueden acumularse en el medio ambiente y persistir durante períodos prolongados, aumentando los riesgos para la salud ambiental a largo plazo.
Impacto en ecosistemas terrestres y acuáticos: los ecosistemas naturales cercanos a las zonas agrícolas pueden verse afectados por la deriva de fumigantes, alterando la estructura y función de estos ecosistemas y afectando a especies sensibles.
Efectos sobre la vegetación: dependiendo de su formulación y aplicación, los fumigantes pueden afectar negativamente a la vegetación circundante, incluidos cultivos no objetivo y vegetación natural, lo que puede comprometer la salud y la diversidad de los paisajes vegetales.
Contribución al cambio climático: algunos fumigantes, como los que contienen halógenos, pueden contribuir al agotamiento del ozono estratosférico, agravando el cambio climático a largo plazo.
Las consecuencias ambientales del uso de fumigantes subrayan la necesidad urgente de adoptar prácticas agrícolas más sostenibles y seguras. La propuesta de LIFE NextFUMIGREEN que probará la eficacia de un nuevo tipo de producto fitosanitario fumígeno basado en activos naturales en la protección de los cultivos más representativos de los invernaderos ayudará a mitigar estos impactos negativos, protegiendo así los ecosistemas, la biodiversidad y la salud humana a largo plazo.
LIFE NextFUMIGREEN es un proyecto europeo que busca desarrollar fumígenos naturales a partir de extractos vegetales para controlar las poblaciones de plagas primarias de cultivos hortícolas de invernadero. El proyecto, liderado por FumiHogar, en colaboración con Centro Tecnológico Tecnova, B&B Asesores, Comercial Química Massó, BrioAgro Tech y Fundación Finnova, y financiado en un 60% por el programa LIFE de la Unión Europea, tendrá una duración de cuatro años y medio y probará la eficacia de un nuevo biopesticida fumigante menos tóxico que los convencionales. Con un presupuesto total de 2.758.921,01 euros, este proyecto pretende mejorar la seguridad alimentaria y la biodiversidad y contribuir a la profesionalización de los agricultores en el uso de biopesticidas.
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