Mañana, 16 de septiembre, nos unimos a la celebración del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono. Una fecha instituida por la ONU desde el 16 de septiembre de 1994 en conmemoración de la fecha de la firma, en 1987, del Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono. Bajo el lema “Protocolo de Montreal: reparar la capa de ozono y reducir el cambio climático”, el objetivo de este día es proteger y salvar la capa de ozono que está siendo destruida por el calentamiento global.
La capa de ozono es una frágil franja de gas que protege la Tierra de los efectos nocivos de los rayos solares, contribuyendo así a preservar la vida en el planeta. La utilización durante años de ciertos productos químicos había dañado la capa, poniendo en peligro la existencia del ser humano y la del resto de seres vivos del planeta. El Protocolo de Montreal permitió la eliminación y reducción del uso de sustancias que agotaban la capa de ozono, ayudando no solo a protegerla para la generación actual y las venideras, sino también a mejorar los resultados de las iniciativas dirigidas a afrontar al cambio climático. Esos esfuerzos han protegido asimismo la salud humana y los ecosistemas reduciendo la radiación ultravioleta del sol que llega a la Tierra.
Hoy en día, las sustancias activas biocidas utilizadas en Europa son en su mayoría compuestos químicos. Los problemas causados por el uso excesivo de plaguicidas siguen siendo una preocupación para la sostenibilidad de nuestro medio ambiente y la estabilidad mundial. De hecho, su uso en todo el mundo ha aumentado en un 50% en los últimos 30 años, y ahora se aplican 2,5 millones de toneladas de pesticidas comerciales anualmente. Los biocidas fumigantes han sido un método común de control durante décadas en los campos de la Salud Pública, la Higiene de los Alimentos y la Salud Animal. Muchos productos químicos utilizados en la actualidad contienen gases que dañan la calidad del aire y del medio ambiente y destruyen las moléculas de ozono en la atmósfera. Desde el proyecto LIFE NextFUMIGREEN velamos por proteger el medio ambiente mediante el desarrollo de fumígenos naturales, basados en sustancias activas extraídas de extractos vegetales para controlar plagas en invernaderos. Estos bioplaguicidas fumigantes propuestos por LIFE NextFUMIGREEN son menos tóxicos que los convencionales, y su uso mitigará los efectos adversos sobre el medio ambiente y la salud humana. De hecho, en comparación con el uso de pesticidas químicos, los fumígenos naturales de LIFE NextFUMIGREEN podrían reducir el impacto sobre la huella de carbono en un 80% y la contaminación de las aguas subterráneas en un 70%.
Este 16 de septiembre reivindicamos más que nunca la importancia de promover un medio ambiente sostenible y adoptar prácticas que ayuden a hacer frente a los retos del cambio climático.